Autores:
Estudiantes del 8vo Semestre
de la UNELLEZ Núcleo Lima Blanco
Muchos son los hombres y mujeres que han sido protagonistas de la evolución histórico-cultural del municipio. Lamentablemente, siguiendo el orden natural, algunos ya no se encuentran entre nosotros, pero su esencia persiste, cada uno ha dejado su huella, primero en sus familias y luego en la sociedad. Lo cual ha permitido a su descendencia atesorar y transmitir de generación a generación, los rasgos culturales que distinguen a Lima Blanco de otras comunidades del estado Cojedes. Sus arraigadas manifestaciones folklóricas y la riqueza espiritual e intelectual, nutren la personalidad de sus pobladores permitiéndoles expresar de forma espontánea sus valores afectivos, haciendo de estas tierras un lugar donde los miembros de la comunidad, así como, el que tiene la dicha de visitarlas, sientan la necesidad de quedarse en ellas para siempre.En tal sentido, y como un reconocimiento al gran legado que han venido dejando a las nuevas generaciones, en esta edición se destaca la vida y obra de grandes personajes, que resguardan en sus mentes y corazones, los acontecimientos que hicieron posible los logros que hasta el presente, ha alcanzado la sociedad que integra al pujante Municipio Lima Blanco, pues forman parte de sus historias de vida, estos cultores de tradición oral, merecen ser llamados Libros Vivientes, entre ellos:
Doña Veda Cruces: esta reconocida habitante de la población de Macapo, nació el 15 de marzo de 1.926 en el caserío El Banco, Municipio Lima Blanco, hija Don Julio Rosario y Damiana Cruces, compartió el núcleo familiar con 5 hermanos: Julián, Remigio, Justiniana, María Isabel y Pedro. Se casó con Esteban Ramírez; de esta unión nacieron 7 hijos: Dilia, Julio, Justiniana, Damián, Zaida, Rosa y Elba. Tiene 50 años viviendo en la misma casa, ubicada en el popular barrio Colling. No estudio por decisión propia, pero considera que las experiencias de la vida la han hecho una persona importante en el municipio, ya que, desde muy joven se dedicó a la cocina, trabajando en un comedor que funcionaba en el pueblo, esta experiencia y el exquisito sazón de sus comidas, eran la razón por la cual la buscaban para preparar los platos especiales durante las fiestas y eventos donde asistían personajes importantes. Resaltó que las fiestas que más recuerda, eran las que se realizaban todos los años en el mes de febrero, en la casa de Don Vicente Bravo, donde en una ocasión le ocurrió algo muy especial, fue ganadora de un reto de baile de joropo, bailó tan bien, que el señor que le retó al terminar de bailar se arrodilló ante semejante actuación.
Doña María Columba Castillo de Sánchez; nace en el 30 de diciembre de 1937 en el caserío El Peñón, donde pasó toda su infancia y parte de la adolescencia. Hija de Don Nicomedes Castillo y Manuela Rodríguez de Castillo. Al casarse, se radica en la población de Macapo. Procrea 14 hijos de los cuales sobreviven 10, conjuntamente a las labores domésticas y crianza de sus hijos, trabajaba elaborando comida para los maestros, doctores y policías, que debían trasladarse de otras latitudes a laborar en esta población. Manifestó que los mejores años de su vida fueron los que vivió en El Peñón, pues considera que la vida en el campo es la mejor, pero que, con el pasar de los años sus hijos le han dado muchas satisfacciones, todos son profesionales y está rodeada de una gran familia formada por nietos y bisnietos. También es importante resaltar que la Sra. María, fue una de las pioneras en cuanto a la creación de pequeños comercios pioneras en cuanto a establecer pequeños negocios en el municipio, ya que desde hace muchos años posee una quincalla que ofrece gran variedad de productos a la comunidad.
Doña Petra Luisa Castellano; nace en Macapo el 07 de mayo de 1937. Hija de Don Vicente Rodríguez y la Sra. Juana Castillo. Nunca se casó, pero tiene una hija de crianza, la maestra Milagros Castillo Pérez, quien le ha dado la dicha de ser abuela y bisabuela. Durante la entrevista aclaró que su verdadero apellido es Castillo, el cual fue cambiado al momento de registrar su nacimiento, cosa que era muy frecuente en esa época. Estudió hasta 6º grado, “cuando la escuela era un rancho construido con palma y se veía clase cuando los maestros venían, porque eran de afuera”. Se dedicó a trabajar desde muy joven, compartía las labores domésticas con el cultivo de frutas y cría de animales. Además fue la primera obrera de la U. E. “J. A. Caballero Malpica”, que en ese entonces, funcionaba en la Escuela “Manaure” y llevaba por nombre Núcleo Combinado “J. A. Caballero Malpica”, donde solo existían 3 secciones integradas por pocos estudiantes, posteriormente, al igual que el resto del personal, se trasladó hasta la sede actual, donde culminó su labor desincorporándose en el año de 1990.
Doña Teresa Cordero de Galíndez; esta majestuosa señora habitante de la comunidad de El Jabillo, nace un 29 de diciembre de 1935 en Lagunitas, Municipio Ricaurte, hija de Don Salvador Cordero y Ana Lucia Míreles, su niñez transcurre compartiendo con sus cuatro hermanos: Herminia, Alecia, Tomás y Julio. Comentó que no pudo estudiar, debido a que debía ayudar a su padre en las labores de siembra del conuco, del cual dependía el sustento familiar. Se casó con Don Teófilo Antonio Galindez padre de sus 14 hijos: Elena, Mercedes, Gladys, Teresa, Adriana, Milagros, Reyes, Antonio, Salvador, Miguel Ángel, Ismael, Rafael, Alberto y Teófilo, mejor conocido como Teo Galíndez, cantautor y representante de nuestra música llanera a nivel mundial. Al casarse, se dedicó a las labores domesticas, la crianza de los hijos y la atención de los rabajadores (peones), que su esposo contrataba para trabajar la tierra. A sus 77 años de edad dice que disfruta de la compañía de sus nietos, sobre todo cuando visitan el río, que es una de las mejores atracciones del pueblo.
Doña Blanca E. Sequera de Menessini; Viuda del insigne maestro David Menessini, nace en Macapo el 20 de diciembre de 1938, en el hogar de los esposos Cruz Sequera y Rosa de Sequera. Como el resto de su generación, tuvo acceso a los estudios hasta 6º grado, pero después se formó como Maestra Manualista, lo cual le permitió iniciar a desempeñar este rol impartiendo clases en La Aguadita y proseguir durante 20 años, hasta su jubilación cuando laboraba en el Club Juvenil “Escuela de Manualidades Macapo”. Durante su vida conyugal, tuvo 11 hijos, manifestando que esta es la mejor anécdota de su vida, debido a que se casó muy joven y ellos le enseñaron a vivir, así como también le llenaron la vida de felicidad al brindarle la oportunidad de ser abuela de 50 nietos y bisabuela de 17 de sus descendientes.
Doña Aura Teresa Matute de Borges; nació en Macapo entre el 14 y 19 del mes de junio de 1934, en la humilde vivienda de su madre Brígida Ramona Matute.
Realizó estudios en la entonces denominada Escuela Rural “Manaure”, siendo egresada en la Primera Promoción de 6º grado. Manifestó que su vida, al igual que la de muchos de los pobladores de la época, estuvo llena necesidades, además de trabajar en los quehaceres del hogar, tenía que ayudar a su mamá lavando y planchando la ropa de otras familias, de lo cual dependía el sustento diario. Con el tiempo se le presentó la oportunidad de realizar un curso de enfermería y ejerció su carrera por 30 años en la Medicatura Rural de Macapo, hasta que se retiró por motivos de salud.
Posteriormente, el 03 de marzo de 1962, a los 27 años, contrae nupcias con el Sr. Tito Antonio Borges, de cuya unión nacen 6 hijos; Eduardo Antonio, Aura Teresa, Antonia Beatriz, Tito Antonio, María Teresa y Evelio Enrique, además de criar como hijas propias a Leidys Margarita Y Mileidys Johana.
Entre las anécdotas relacionadas a su labor como enfermera, contó, que durante el gobierno de Pérez Jiménez, cuando había algún herido era custodiada por la policía desde su casa hasta la Medicatura y viceversa, los partos eran atendidos por parturientas en las casa de las embarazas, pero que cuando la necesitaban, ella siempre prestaba su colaboración y ayuda.
Don Pedro Rafael Reyes Rodríguez (Pedro López); este ilustre personaje de nuestra población es descendiente de las primeras familias que según datos históricos, se les atribuye la fundación del pueblo de Macapo. Nace el 12 de febrero de 1932, siendo sus padres Crispín Reyes y María del R, Rodríguez (ambos difuntos), a la edad de doce años, con la muerte precipitada de su padre, debió cumplir el rol, conjuntamente con su hermano Aurelio, quien le seguía en línea de nacimiento, de jefe de familia, trabajaban tumbando conucos y en trapichessacando el papelón. Aprobó el sexto grado en el año de 1946, y se graduó de bachiller después de 60 años, en el año 2006 cuando recibió su título después de cursar estudios en la Misión Rivas, según sus propias palabras este acontecimiento “fue una de las grandes emociones de mi vida”.
Don Pedro López, como es conocido popularmente, Contrae matrimonio con la señora María E. Reyes Bravo, de dicha unión, nacen seis hijas: Sonia, Zulay, Celina, Xiomara, Zesnadia y Sorely. Ejerció la carrera de maestro por dos años, pero debido a diferencias políticas, lo despiden y tuvo que buscar otros rumbos, desde entonces diversificó sus áreas de trabajo; fue mesonero del Hotel Ávila, de la Ciudad de Caracas. En 1956 se traslada a Punto Fijo estado Falcón, donde trabaja por muchos años como operador de planta de destilación de crudo, Finalmente, fija su residencia en Macapo y labora hasta su jubilación en la empresa RESIMON ubicada en la Zona Industrial de Valencia estado Carabobo.
Aunadas a estas actividades, Don Pedro se ha caracterizado por ser un visionario cultural, que ha dedicado gran parte de su vida a cultivar las tradiciones y mantener los rasgos culturales de la población, entre muchos de sus aportes, pueden mencionarse: fundador de la Parranda La Macapera, integrante de la Parranda La Voz de Macapo, fundador e integrante del primer grupo que difundió a nivel regional y nacional la danza El Fandanguillo, fundador del Club Social Lima Blanco, participación en Programas de Radio y protagonista de un reportaje en el Periódico Correo del Orinoco, entre otras actividades de índole cultural.
Don Rosendo Castillo Rodríguez; este jovial y carismático personaje de nuestro municipio, nació en el Caserío El Peñón, Municipio Lima Blanco en el año 1919; sus padres fueron Manuela Castillo Rodríguez y Nicomedes Castillo, no cursó estudios y se casó con la señora Amada Fernández, de esta unión nacieron 8 hijos: Dilia, Teodoro, Carmen, Melecio, Edit, Pedro, Enrique y Doris, quienes han asegurado la continuidad de su descendencia dándole 16 nietos.
Desde muy joven, su vida estuvo dedicada al desarrollo de la agricultura y venta de animales (burros, caballos, cochinos y ovejas), además realizó el intercambio comercial entre Macapo, sus alrededores y otras ciudades del estado, utilizando como medio de transporte las caravanas de burros o mulas enjalmados (cargados con sacos llenos de rubros agrícolas o carne para la venta y en algunos casos el trueque). También, mantiene dentro de su vocabulario términos y frases autóctonas que contribuyen a cultivar nuestra identidad, debido a que los más jóvenes las repiten imitando su acento tan particular, como por ejemplo “Quiero construir una casa en el aire, pa`que nadie me moleste ni yo molestar a nadie” , frase muy común del personaje, para hacer referencia a no querer meterse en problemas, así como también, “Bese mano, papa”, cuando indica cariñosamente a algunos de sus nietos que pida la bendición.
Entre sus anécdotas, destacan muchas caídas de yeguas y caballos,
ya que, cuando regresaba de un viaje de negocios, se tomaba unos traguitos de aguardiente para soportar el frio nocturno.
Don Venancio Pérez Pérez; nació el 01 de abril de 1936 en la población de Macapo, hijo de Doña María Columba Pérez y Don Cruz Pérez. Realizó estudios hasta 6º grado en la Escuela Rural “Manaure”. Está casado desde hace aproximadamente 50 años con la Sra. Lilia Margarita Lima Aparicio, quien fue y sigue siendo “Su único y gran Amor”. De este vínculo, nacieron 4 hijos: Orlando, Zaddy (actual Alcaldesa del Municipio Lima Blanco), Lilia, y Tony, a quienes agradece profundamente haberle dado la dicha de tener 9 nietos y 3 bisnietos, que llenan sus días de felicidad y ganas de vivir.
Durante muchos años, se desempeño como agricultor, pero afirma que prefería las actividades de pesca y caza, también trabajo como carnicero y chofer. Además, ha contribuido activamente con la difusión de la tradicional parranda navideña y la música llanera, interpretando el violín de forma magistral en cada una de sus participaciones, instrumento que aún conserva y ejecuta durante las reuniones familiares. Entre sus anécdotas más recordadas, están los encuentros de bolas criollas donde compartía con sus amistades.
Don Maximino García; personaje centenario de nuestro municipio, pues su registro de nacimiento data del 18 de noviembre de 1905, en La Sierra población del estado Cojedes. Hijo de María García, madre soltera y muy humilde, se vio en la necesidad de iniciarse en las labores del campo a la edad de 6 años, no pudo estudiar, pero considera que la agricultura fue su escuela, su trabajo y medio de sustento.
En 1919, formó su primera familia junto a la señora Manuela Pérez, de esta unión nacieron 6 hijos: Pablo, Ramón y Eufrasio, los otros 4 fallecieron al nacer. Por circunstancias de la vida se separan y años después conforma una segunda familia con la señora Lucrecia Sandoval, con quien procrea 4 hijos: María, Guillermo, Pedro y José.
A la Edad de 48 años contrae matrimonio con la Sra. Presentación Guerra, cuya unión mantiene hasta la actualidad, compartiendo con 9 hijos frutos de esta relación: Pedro, Gladis, Siomara, Yadira, Yaneth, Crisalida, Yelitza, Isolina y Dayle. Su descendencia se estima aproximadamente en 100 nietos y más de 15 bisnietos.
Recuerda, los bailes de cantina que se realizaban en el pueblo, donde muchas veces al invitar a una muchacha a bailar, debía enfrentar el mal humor de un novio celoso, pues tenía fama de galán y mujeriego.
Estos personajes, son solo una pequeña muestra de los Libros Vivientes con los que cuenta el Municipio Lima Blanco, algunos, como es el caso de los Srs. Aurelio Reyes, Roque Castillo, Emilio Álvarez, Julio Gálea, Julio Castro, Eduardo Pérez, entre otros, ya han sido reseñados en ediciones anteriores, por tal razón, para los Prestadores de Servicio, es un verdadero honor y motivo de orgullo continuar con la difusión de los aportes que han hecho a nuestra evolución cultural.
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